DA TIEMPO AL AMOR "Novedad"
TAMBIÉN DISPONIBLE EN AMAZÓN
domingo, 7 de septiembre de 2014
La siguiente parada técnica, antes de llegar a Logroño, fue en la localidad de Calahorra, o también llamada en la antigüedad Calagurris Nassica Iulia, comunidad que debido a su importancia en aquellos tiempos, poseía incluso una ceca.
Nada más llegar me di cuenta de que algo sucedía fuera de lo normal. Todo el mundo vestía de blanco, y en la cintura y alrededor del cuello llevaban fajines y pañuelos de distintos colores.
¿Fiestas?... efectivamente, ese mismo día 25 y hasta el 31 de agosto, los calagurritanos celebraban sus fiestas patronales en honor a San Celedonio, así que el ánimo de todos estaba pletórico, cosa que me contagiaron y no tardé ni un minuto en integrarme en el reguero de público que deambulaba por todos los rincones del centro de la población.
¿Fiestas?... efectivamente, ese mismo día 25 y hasta el 31 de agosto, los calagurritanos celebraban sus fiestas patronales en honor a San Celedonio, así que el ánimo de todos estaba pletórico, cosa que me contagiaron y no tardé ni un minuto en integrarme en el reguero de público que deambulaba por todos los rincones del centro de la población.
Entre las seis peñas existentes (la Peña Philips de rojo, la Peña de El Sol de verde, la Peña Calagurritana de negro, la Peña Riojana de azul, la Peña El Hambrede de granate, y de rosa la Peña La Moza), y el público llegado de otras localidades, las calles estaban llenas. Charangas y actividades como el desfile de gigantes y cabezudos, correfoc y cabalgatas de serpentinas y confetis se unieron a las distintas degustaciones gastronómicas que se ofrecían en las peñas, principalmente choricillo y sardinas acompañadas de un buen vino.
Advertida de que el primer encierro de novillos y vaquillas sería a las seis de la tarde, pies para qué te quiero, salí de allí nada más terminar de comer, eso sí, con el tiempo suficiente de tomar algunas simpáticas instantáneas.
Ni el retórico y pedagogo Marcus Fabius Quintilianus se libró de ser "abducido" por las fiestas, y tuvo que sufrir estoicamente su cambio de look, más acorde con lo que allí se celebraba.
sábado, 6 de septiembre de 2014
viernes, 5 de septiembre de 2014
En ocasiones el organizar un viaje en el último momento suele traer buenos resultados, al menos conmigo ha sido siempre así. Creyendo que todavía tenía muchos días del mes de agosto por delante, me olvidé de organizar mi habitual viaje en época estival. Sí, amigos, tal como lo leéis, como se suele decir, "se me fue el Santo al cielo", y todo se debe, a que estaba tan inmersa en los nuevos proyectos que quiero ofreceros para este nuevo año, que me olvidé por completo del resto. Pues bien, dejando mis lagunas mentales para otro momento, en un santiamén, me puse las pilas y tracé una ruta que contenía diversos aspectos de lo que, según mi entender, puede derivar en unas fructíferas y divertidas vacaciones.
Entre mi equipaje se encontraba una libreta -a fin de seguir ampliando el borrador de mi nueva novela-; un ordenador, y muchas ganas de divertirme. Lamentablemente he de confesaros que de temas de trabajo no pude avanzar casi nada. La práctica totalidad del tiempo la empleé haciendo fotos, comiendo, descansando de las largas caminatas, bebiendo, realizando visitas y, sobre todo, sorprendiéndome al encontrarme con algunos escenarios que con anterioridad había plasmado en mis novelas y que no sabía de su existencia.
El itinerario trazado para mi viaje por tierras riojanas fue el siguiente:
ALICANTE - ALFARO
Con una carretera casi desprovista de vehículos, y siguiendo las recomendaciones que nos indica la Dirección General de Tráfico en cuanto a cómo proceder a la hora de emprender un viaje, la primera parada técnica que realicé fue en la localidad riojana de Alfaro.
Como dato curioso indicaros, que en esta localidad existe la comunidad de cigüeñas blancas más grande del mundo, alcanzando un censo de alrededor de unos 500 ejemplares y, casi TODAS ellas, habitan sobre las cornisas y tejados de la Colegiata de San Miguel Arcángel, un hecho sumamente extraordinario, de ahí que este lugar sea punto de referencia y encuentro para todos los amantes de estas especies y que a partir del mes de enero, vea su cielo con excesivo tráfijo cigüeñil...jajaja. De sus monumentos, mejor no os cuento ya que necesitaría muchos artículos como estos para referir todo lo que he visto, así que os invito a que entréis en los enlaces turísticos que os iré ofreciendo de cada localidad, aunque si he de resaltar algo de Alfaro, os diría, que la verja que encierra el coro de la Colegiata, es preciosa, así como el retablo del altar mayor.
Aunque recientemente habían pasado las fiestas populares, todavía quedaba vestigios de ella en algunos balcones. En sus calles, los armazones de hierro que hacían la función de protección en los días de encierros, seguían ofreciendo al viandante una visión del lugar un tanto peculiar y muy "typical spanish".
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