DA TIEMPO AL AMOR "Novedad"

DA TIEMPO AL AMOR  "Novedad"
TAMBIÉN DISPONIBLE EN AMAZÓN

viernes, 13 de septiembre de 2013

On 22:52:00 by MARÍA SERRALBA in    3 comentarios

Capítulo 6º

Aparqué mi coche en el parking del centro, salí de él bloqueándolo. Me coloqué mi abrigo poniendo mi bolso en mi hombro, mientras comenzaba a caminar hacia la entrada. Vi a una persona salir del edificio, corrí a la puerta para poder entrar.

Me fije en todo de nuevo. De todas las veces que había ido aun no podía acostumbrarme a este sitio. 

Me acerqué a la mujer de la recepción que estaba sentada detrás de su mesa redonda.

—Hola, buenos días. -Dije a la mujer, ésta levanto su mirada sonriendo amablemente.

—Hola, ¿en qué la puedo ayudar?
—La doctora Gómez me cito a las 18:30 -le dije viendo como ella consultaba algo en su ordenador. Ya que no paraba de escribir en él.

—¿Es usted la señorita Portman? –Me miró un segundo volviendo la mirada a la pantalla del ordenador.

—Sí, soy yo.

—Espere un segundo, mientras tanto puede sentarse en esos asientos -señaló unos sillones de cuero blanco situados en fila, uno al lado del otro. Justo en frente había una pequeña mesa de cristal. 

Asentí con la cabeza sentándome donde me había dicho, suspiré profundamente escuchando como la mujer hablaba por teléfono. Saqué de mi bolso mi móvil ya que comenzó a sonar, vi a través de la pantalla quien era el llamante. Vi el nombre de Ronnie, deslicé mi dedo índice por la pantalla para desbloquearlo y contestar a la llamada.

—¿Si? – pregunte viendo a la mujer siguiendo con el teléfono en mano.

 —Marie, soy Ronnie. Quería saber si vendrías al bar de Cole.

“Se me había olvidado por completo”, pensé en mi interior lanzándome a mí misma un pequeño regaño por el descuido.

—Claro, no podía olvidarme de nuestro día de amigos. -Sonreí a pesar de que ella no podía verme.

—Está bien, Nathan, y los demás estarán esperándonos allí.

—Vale, cuando salga de ver a Connor me paso por tu casa.

—¿Le ha pasado algo malo? – escuché su voz y seguro que si la estuviera viendo ahora mismo estaría haciendo su mueca de preocupación.

—No lo sé ni yo. La doctora Gómez me ha citado aquí para hablar de él. Espero que no se haya vuelto a meter en problemas. -Susurré con un tono de voz demasiado bajo.

—Verás como no es nada de eso, Marie.

En ese momento escuché como la mujer colgaba el teléfono, se levantó de su asiento acercándose a mí, mientras que por la otra línea escuche la voz de Nathan llamando a Ronnie.

—Ronnie, tengo que dejarte y creo que tú tienes cosas que hacer. -Reí muy suave-. Nos vemos luego.

—Está bien. Adiós, y… te quiero.

—Yo, igual…Bye. -Colgué el teléfono poniéndome de pie.

—La doctora Gómez dice que vaya a su despacho. La acompaño. –Me sonrió, asentí con la cabeza comenzando a andar detrás de ella. Escuchaba los tacones de aquella mujer sonar cada vez que chocaban contra el suelo de madera. Llegamos a una puerta de cristal con bordes de madera de color negro.

La mujer toco a la puerta, escuchándose un “adelante.” Abrió la puerta anunciando mi llegada. Aún detrás de la mujer escuché como unas pequeñas ruedas se deslizaban y luego las pisadas.

—Buenas tardes, señorita Portman -me saludó la doctora con un apretón de manos.

—Buenas tardes, doctora -susurré estrechando su mano.

—Gracias Gabriela, ya puedes retirarte –y la mujer que me había acompañado asintió saliendo del despacho-. Siéntese por favor –y así lo hice, me senté delante del escritorio entrelazando mis dedos nerviosa.

—¿Ha ocurrido algo con Connor? –pregunté preocupada fijándome en sus ojos verdosos.

—Connor está mejorando positivamente en su tratamiento, tiene varias recaídas, sobre todo por las noches. Me he dado cuenta de que tiene terrores nocturnos –me quedé en silencio escuchando atentamente todo lo que decía la doctora-. Se despierta con sudores y gritando cosas sin sentido junto con un “yo maté a mis padres...”, “ellos murieron por mi culpa”.

Abrí mis ojos en shock sintiendo mis lágrimas agruparse en mis ojos. Mordí mi labio inferior ya que temblaba.

—Usted me dijo que sus padres murieron en un accidente de coche, ¿verdad? -asentí con mi cabeza-. ¿Y Connor iba con ellos?

–—Si, ellos habían discutido con Connor por haberse metido en una pelea en el instituto. –Susurré repitiendo en mi cabeza todo lo que había ocurrido ese día–. Connor se marchó de casa y a los pocos minutos llamaron a mis padres de que estaba en casa de un amigo suyo. Mis padres fueron a recogerlo a pesar de que estaba prohibido salir del pueblo por la nieve y la lluvia. Cuando venían a casa, su coche fue embestido por otro cuyo conductor iba borracho. Mis padres murieron al instante. –Sollocé tapando mi boca con la mano, sentí la mano de la doctora encima de la mía que estaba apoyada en la mesa-. Connor estuvo en coma durante dos días. Desde ese momento se echó la culpa de todo lo que había pasado y empezó con lo de las drogas.
 
—Lo entiendo. Tal vez tenga que quedarse más tiempo de lo debido en el centro hasta que esté sano.

—De acuerdo, lo que haga falta en tal de que esté bien. –Limpié mis lágrimas con un pañuelo.

—Otra cosa es que, el dinero para mantenerlo aquí no nos llega. El banco no ha vuelto a hacer el ingreso de su estancia aquí. Lleva ya un mes sin pagarse y me temo que si sigue así no podremos hacernos cargo de él.

—No entiendo, yo he estado pagando todos los meses su tratamiento. Sé que me retrasé en pagarle este mes, pero se lo pagaré al mes siguiente. Pero por favor, no dejé que él se vaya de aquí –le dije angustiada jugando con mis dedos.

—Intentaré retrasar la decisión de mis superiores, pero no prometo nada –miré a la doctora asintiendo con la cabeza–. Marie, te lo digo con todo el cariño que le tengo a usted y a su hermano, si ellos me dicen que lo saque, no puedo hacer nada para impedirlo. Lo siento mucho.

 —Lo entiendo. Muchas gracias por lo que hace por nosotros. Intentaré pagarle el mes que viene todo lo que le debo -me levanté de la silla, estrechando su mano.

—Cualquier cosa, volveré a comunicarme con usted -se levantó de su sillón a la misma vez que yo y caminamos hasta la puerta.

—¿Puedo verlo? ¿Puedo ver a Connor?

—Claro, le acompaño.

Me sonrió abriendo la puerta. Salimos por ella caminando por un pasillo hasta una puerta sellada. Miré hacia arriba para fijarme en las cámaras de vigilancia. La doctora puso un código haciendo que las puertas se abrieran, entramos por ellas. Caminamos por otro pasillo blanco con muchas puertas, hasta que nos paramos en una.

Me quedé mirando la puerta que tenía el nombre de Connor Portman. Toqué a la puerta viendo como la doctora se alejó para dejarme espacio. Abrí la puerta despacio, asomé mi cabeza viendo a Connor con un libro en mano, tumbado en su cama. Alzó su mirada hacia mí, sonrió levantándose deprisa de la cama.

—¡Marie! -Gritó emocionado. Reí entrando en su habitación, lo abracé muy fuerte sintiendo mis lágrimas desbordarse de mis ojos-. ¡Oh! no llores, por favor. No me gusta cuando lloras – susurro contra mi cabello.

Aun siendo más pequeño que yo, era demasiado alto. Escondí mi rostro en su cuello.

—Te he echado tanto de menos -dije entre sollozos respirando su aroma.

—Yo también te extrañé, Marie –me aferró más a su cuerpo.

—Bueno, basta de llorar –me separé con una sonrisa limpiando mis lágrimas-. ¿Cómo éstas?



Si quieres leer los capítulos anteriores visita su página:

On 19:10:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios
Aquí os ofreceremos por riguroso orden de llegada, los mensajes de todos los que habéis querido optar al puesto de PRESIDENTA de MITCHIEBER´s Club.
 
 Para votar, indicar el número de candidata que más os guste en el apartado de "comentario".
 
Nota: no serán válidos los votos de una misma persona a varios candidatos y mucho menos a sí mismo, ni se admitirán votos repetidos que procedan de una misma persona.
**********
Preguntas formuladas a las candidatas: 
  • ¿Por qué te gustaría ser la presidenta de MITCHIEBER´s Club?
  • ¿Por qué te gusta la novela “Bullying For Love”?
  • ¿Tienes alguna idea que te gustaría poner en marcha nada más tomar el cargo de presidenta?
 
CANDIDATA Nº 1: NURIA ARÉVALO - Tenerife

1.) Me gustaría ser la presidenta porque creo que es algo muy interesante y me encantaría la 
experiencia :D

2.) Bueno es un poco pronto ya que solo son dos capítulos pero... Qué dos capítulos!! jajaja. No se, me encanta eso de que Justin Evans diga esa chica es mía... 

3.) Bueno... le diría a las "beliebers" que tengo entre mis amigos que la lean, que no se arrepentirían... e intentaría organizar un M&G a Mitchie!! se que es un pelín complicado pero por intentarlo no pasa nada :D

**********
¡¡ SEGUIMOS ESPERANDO VUESTROS MENSAJES ¡¡
On 19:05:00 by MARÍA SERRALBA in    5 comentarios
 Capítulo 1º
 
 
—¡Oh! mi Dios, sí, no, no pares, sigue…si…sigue. Más rápido. -Los gemidos de Amber retumbaban en mis oídos mientras se agarraba a mis hombros con el rostro contraído.
 
—¡Santa mierda!- grité al borde de la liberación . Comencé a penetrarla cada vez más rápido para poder llegar a mi punto máximo y sentirme plenamente lleno.
 
—¡Justin!
 
El grito de Amber es lo que me hizo reaccionar, notando como sus paredes se contraían en torno a mi miembro, y con una última penetración llegué a la cima. Caí encima de ésta sin aplastarla, intentando controlar mi respiración. Pocos segundos después, me quité de encima de la rubia plástica y me levanté de la cama cogiendo mi bóxer tirado por la habitación. Me lo puse notando la mirada de ella en mi espalda desnuda.
 
Cogí mi ropa esparcida por el suelo y me dirigí al baño donde la tiré en el cesto. Saliendo del baño fui hacia mi armario cogiendo unos pares de pantalones de chándal. Girándome sobre mis talones, me encontré con que Amber aun estaba en mi cama.
 
“Joder, joder, seguro que ahora me hace el show de siempre.” -pensé, así que cogí su ropa, y sin ninguna preocupación, se la tiré a la cama.
  
—Ya hemos acabado, así que vístete y márchate.- le dije con un tono serio mirando hacia otro lado.
 
—¿Disculpa?
 
—No me hagas repetírtelo Amber, largo de mi casa. –le susurré, cansado de mantener con ella la misma conversación todos los putos días que teníamos sexo.
 
—No me puedo creer que me estés haciendo esto Justin, puede que a tus putas se lo hagas, pero, ¿a mi? ¡No sabes con quien estas hablando!- grito histérica, cogiendo su ropa y poniéndosela con mala leche. Ya vestida cogió su bolso y salio de mi habitación. Suspirando profundamente, pasé delante de ella hasta llegar a la puerta principal. Una vez allí, abrí la puerta y esperé hasta que saliera de mi casa.. Ella se acerco hacia donde yo estaba e intento besarme, pero antes de que lo hiciera, le hice la famosa forma de la cobra.
 
—Sabes que no, Amber, el polvo me ha encantado, pero solo es eso…, un polvo –me reí sin humor mirando la cara roja de furia de Amber. Me encantaba hacerle rabiar. La idiota, pues no daba por supuesto que me enamoraría de ella.
 
—Serás cab….
 
—Cuida tus palabras nena, no necesito ni tengo ganas de escuchar tu lengua viperina.
 
—Me las pagarás, Justin Evans, me las pagarás muy caro.
 
Dicho esto, salió de mi casa hecha una autentica furia mientras que yo cerraba la puerta y negaba con la cabeza.
 
“Gran noche de sexo, es una pena que esté loca, la pobre” –pensé, mientras cogía el paquete de cigarros del recibidor y subía las escaleras con dirección a mi habitación. Ya en esta, me acosté encima de las sábanas revueltas y me puse un cigarrillo entre mis labios, deslizando el mechero del cajón y encendiéndolo. Dándole una calada, comencé a recordar la gran noche. Sonriendo, lancé el humo hacia el exterior; como me encantaba escuchar a las chicas gritar mi nombre mientras las follaba duro.


 
“Nada mejor que buen sexo antes de dormir.” –me dije sonriendo para mis adentros. Terminando el cigarrillo, lo apagué contra el cenicero de mi mesa de noche. Me metí entre las sabanas y me quede dormido escuchando la soledad de la noche.

Si quieres leer los capítulos siguiente visita su página:
On 17:01:00 by MARÍA SERRALBA in    2 comentarios


Capítulo 2
 
  
Entrando en el parking de la universidad, me llevé varias miradas por parte de la gente. Sonriendo, vi a lo lejos a Derek y Scott. Conduciendo hasta ellos aparque mi BMV y sacando la llave de la cerradura, salí del coche poniéndome mi chaqueta de cuero.

—¡Hey! tío, pensé que no vendrías el primer día de clases. –Me dijo Derek dándome un apretón de manos a modo de saludo.

—No tenía nada que hacer, además mis padres han vuelto de sus vacaciones y no quería escuchar la charla de siempre. –Sonriendo le cogí su cigarro metiéndomelo en la boca y dándole una gran calada.

—¿No me jodas que te han pillado en pleno folleteo con Amber? -Sonrío Scoot dándome otro apretón de manos.

—Que va, tío, la eche antes de que llegaran -le dije riéndome a carcajadas mientras le pasaba el cigarrillo.

—Hablando de la reina de Roma -susurró Derek mirando hacia el frente. Seguí su mirada, encontrándome a Amber viniendo hacia nosotros con su séquito de plásticas y superficiales.

—Hola Justin –susurró ella con una sonrisa pícara mientras se pasaba la lengua por sus labios carnosos.

—¡Hey!, preciosa -dije sin prestarle mucha atención, mientras deslizaba de los bolsillos de mis jeans el paquete de cigarrillos poniéndome uno en la boca sin encenderlo.

—¿Qué te parece si…esta noche quedamos y bueno…hacemos nuestras cosas? -dijo acercándose a mí, mientras me cogía del cuello de mi chaqueta de cuero. Sonriendo, me quité el cigarrillo de la boca.

—¡Ay!, nena, nena, nena. -Me acerqué a su oído dándole un leve mordisco a su lóbulo-. Lo pasé bastante bien anoche, pero puede que cuando esté necesitado te busque. -Me separé de ella con una sonrisa cínica. Su cara era un cuadro y yo interiormente comencé a descojonarme de la risa. Siempre es la misma historia, las chicas se acuestan conmigo y se piensan que les voy a declarar amor eterno y que me voy a casar con ellas. Pobres ingenuas.

—Eres un idiota, Justin -dijo llena de furia.

 —Dime algo que no sepa, bonita.

Sonriendo mire a Derek y a Scott para ir al interior de la universidad, caminando me hice paso entre Amber y sus amigas lanzándole un guiño coqueto a una de ellas. Ya en las escaleras comenzamos los tres a reírnos mientras escuchábamos las maldiciones que Amber gritaba.

—Bieber, nunca cambiarás –Río Scott dándome una palmada en el hombro. Asintiendo, me guardé el cigarrillo en mi bolsillo.

—Qué le vamos a hacer, soy un hijo de puta con suerte.

Noté como mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de atrás de mi pantalón. Sacándolo, deslicé mi dedo por la pantalla para desbloquearlo. Un mensaje.

De: Josh
Asunto: Universidad
Mensaje: Hijo, acaban de llamar de la universidad, tienes que pasarte por secretaria por algo de las notas. Hazme el favor y no te metas en líos. Tu madre y yo trabajamos mucho para tu futuro así…

Cerré la bandeja de entrada del móvil guardándomelo mientras maldecía en mi interior.
—¿Qué está mal? -Derek murmuró mirándome a los ojos.

—Mi padre me ha mandado un maldito mensaje, tengo que ir a secretaria para algo de las notas. Os pillo en clase de historia de arte.

Sin esperar respuesta de ambos me dirigí pasillo recto hasta la secretaria. Sin ni siquiera tocar a la puerta entré en ella viendo a la señora Jones detrás del mostrador. Al haber muchas personas en secretaria me puse detrás del todo esperando mi turno.

En ese instante, la puerta de secretaria se abrió dando paso a algo o mejor dicho, a alguien. No era como las típicas chicas de esta universidad. Me carcajeé interiormente mientras la miraba de arriba abajo. Vestida con unos jeans rotos y una camiseta básica a juego con sus Convers. El pelo lo tenía un tanto desordenado cogido en un moño.

“Madre mía, esta chica es como un pato feo y horroroso”, me dije. Estaba riéndome cuando noté como me miraba, levanté la vista deslizándola por su cuerpo hasta que me topé con unos… ¿bellos ojos verdes?

“Joder Justin, no te vuelvas cursi”– me amonesté a mí mismo por mi debilidad.

Apartando la mirada de la suya, me acerqué al mostrador. La señora con gafas de culo de vaso me estaba mirando a la espera de que le dijese algo.

—Me han mandado aquí por algo de mis notas -comenté completamente serio, para terminar bostezando.

—Cierto… -La mujer comenzó a buscar entre sus papeles. Durante 2 minutos permanecimos en silencio esperando que la señora Jones encontrara lo que estaba buscando. Al final, por su expresión supe que había encontrado lo que fuese que estuviera buscando.

—¿Y bien?

—Te seré sincera… todos sabemos a qué dedicas su tiempo, señor Bieber, la cuestión es clara. Como se metas solo en un lío más, queda expulsado de esta universidad hasta nueva orden.

—¿Solo es eso? –Ella asintió con la cabeza enseñándome un papel-. Seamos honestos, mis padres harían cualquier cosa para que me volvieran a admitir. -Sonreí irónicamente cogiendo el papel de sus manos-. Pero no se preocupe, que no me meteré en líos por usted. -Volví a sonreír pero esta vez coquetamente. Dándome la vuelta mire como el patito feo me miraba fijamente esperando que terminara con la secretaria. Pasando por su lado, respiré su aroma a ¿fresas?

“¡Oh! mi madre, qué pijo todo"

Puse cara de pocos amigos y sonriendo me acerque hasta ella.

—Hasta luego feúcha

Riendo a carcajadas salí de secretaria encontrándome todos los pasillos desiertos. Suspirando me fijé en el reloj de la pared que marcaba las 9:10, solo habían pasado 10 minutos desde que había empezado la primera clase. Yendo al cuarto de baño de los chicos, me puse a fumar un cigarrillo esperando a que fueran y media para entrar. No quería ver la cara de Rory de buena mañana. Fumando cerré los ojos y luego mandé un mensaje a Jasmine.

De: Justin
Asunto: Noche loca
Mensaje: ¡Hey!, Jasmine, ¿te apetece quedar esta noche para divertirnos un rato? ¿Qué me dices preciosa?


A los pocos minutos recibí un mensaje. Abrí la bandeja de entrada exhalando el humo del cigarro por la nariz.

De: Jasmine
Asunto: ¿Sexo salvaje?
Mensaje: Justin, estaba esperando que me hablaras. He intentado contactar contigo pero siempre que te llamo no lo coges. Debes estar ocupado y tu propuesta me encantaría. Necesito sentirte en mí, baby, ¡grrrr! ¿Nos vemos donde siempre? Te amo.

Sonriendo cerré mi móvil apagando el cigarro. Todas son iguales, nunca cambiaran. Saliendo del baño me dirigí a clase. Abrí la puerta sin tocar y vi como Rory estaba de pie en la pizarra mirándome fijamente.

—Señor Bieber, sabe perfectamente que no puede aparecer en mi clase media hora después de haber comenzado.

—¡Oh!, vamos Rory, lo siento men –sonreí, haciendo el recorrido por las mesas hasta llegar a la mía para después terminar sentándome en ella.

—Para usted, jovencito, soy Don Anthony.

—Claro, Anthony. -Reí a carcajadas mientras mi grupo reía y el de Amber también.

—Debería tener un poco de respeto, soy quien le califico y podría suspenderle la asignatura.

—Los dos sabemos que no lo haría.

Mirándolo seriamente, puse mi mochila encima de la mesa. Oí como Rory suspiraba pesadamente siguiendo con la clase. Miré al frente esperando a que pasara la hora mientras todo el mundo cogía apuntes. No hacía falta que yo los cogiera ya que los tenía gratuitamente. Solo tenía que coquetear con alguna cerebrito y listo.

—¡Hey!, tío, ¿has visto a la nueva? -susurró Derek señalando a la misma chica con la que me había topado en secretaria-. Mirándola me fije que tenía buen perfil y un buen cuerpo.

—¿Alguien puede decirme cual es la tesis que se ha aceptado del cuadro de la Mona Lisa? -preguntó Rory, en eso, solo una mano se levantó y era precisamente de la chica nueva. Rory le señaló dándole permiso para que hablara.

—Bueno…se…se dice que la modelo fue la esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo, su nombre era Lisa Gherardini -dijo el nombre en un perfecto acento italiano.

—Muy bien señorita Johnson pero ¿sabría decirme que técnica utilizó Da Vinci.

—Utilizó la técnica del sfumato, que consiste en prescindir de los contornos precisos y cambiarlos a una especie de niebla que difumina los perfiles.

—Excelente. -Rory sonrió asintiendo y yo, me quedé estupefacto por la gran capacidad mental de la chica. Se notaba que era una gran cerebrito.

—¿Has visto la cerebrito esta? ¡Dios!, tengo que tirármela, así me dejará copiarme en los exámenes -comenzó a decir Derek terminando por reírse suavemente. Lo miré serio y no pude resistirme, así que le pequé una colleja en la nuca.

—¡Joder, men!, ¿por qué me has pegado? -susurró tocándose la parte en la que le había pegado.

—Ni se te ocurra acercarte a ella, esa chica es cosa mía. -Gruñí seriamente mandando dagas a los ojos de Derek. Volví mi mirada hacia el cuerpo de la chica y me mordí el labio.

“Pronto serás mía, pequeña, pronto”

Si quieres leer los capítulos anteriores visita su página:

«La fuerza inagotable que anida en mi interior, es la fuente de la que se nutre mi perseverancia por ver hecho realidad mi único deseo». Leimotiv de ©María Serralba

«Todo en la vida se puede llegar a lograr, tan solo es cuestión de TIEMPO, de DESEO, de ESFUERZO y siempre dotándolo con una generosa dosis de mucho AMOR». Da tiempo al Amor ©María Serralba

«Cuando la mente y el cuerpo están en perfecta sintonía, el ser humano es capaz de todo, y cuando esto no es así entonces... se puede esperar cualquier cosa de él». A la sombra de tu piel ©María Serralba

«En un mundo donde todo es sentimiento el sexo que tenga este carecerá de importancia». El Dios del faro ©María Serralba

«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba

«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro a mitad del camino». ©Sigmud Freud

«Sin los escritores, aun los actos más laudables son de un día». ©José Augusto Trinidad Martínez (Azorín)

«Un autor de historias fingidas escribe el libro que quiere leer y que no encuentra en ninguna parte». ©Augusto Roa Bastos

«Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica y es, la voluntad». ©Albert Einstein

«Las personas solo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo». ©Mario Alonso Puig