DA TIEMPO AL AMOR "Novedad"

DA TIEMPO AL AMOR  "Novedad"
TAMBIÉN DISPONIBLE EN AMAZÓN

sábado, 29 de septiembre de 2012

On 17:43:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios

Oleo de Betirtxe Sasia Uriarte

 
Apoya tu cabeza en mi regazo,
y escucha esta bella sinfonía,
la que brinda a tu entorno cada árbol,
y el suave susurro de la brisa,
que inspira al pintor aventajado.

Cerrando los ojos, vida mía,
siente el latir audaz y acompasado,
de este amor, que trota acalorado,
por los campos y llanuras de tu dicha,
hasta verse junto a ti apaciguado.

Retoza junto a mí, paloma mía,
y envuelve con tu pelo cada trazo,
del pincel certero de este artista
y completa con tu amor, el bello cuadro,
que lo enmarcan mis gemidos y caricias.

Formando con tu piel el bello lienzo,
entre trigos y simientes florecidas,
pulcro y puro del color que tú me brindas,
realizo, nervioso, este bosquejo,
de una bella durmiente adormecida.

Con el uso desmedido del pincel,
iré reflejando en cada brizna,
de paja, flor, retama o campanilla,
el candor de tu cuerpo de mujer
convertido en aurora vespertina.

Este cuadro eres tú, mi dulce bien,
con tus brillos y sombras de chiquilla,
con tu encanto, recatado de mujer,
que deslumbra hasta al mismo amanecer,
e ilumina con su luz, la noche mía.

©María Serralba

viernes, 28 de septiembre de 2012

On 17:44:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios
Que malo es sentir celos, pero cuando los sentimientos están en juego, el ser humano es capaz de todo.
LOS CELOS Y SUS MIL FORMAS
Como mareas, los sentí como mareas al arribar a mi orilla,
y envolverme entre su espuma, negra, turbia, embravecida,
y cegarme por completo,
y querer en la deriva pasar toda mi existencia sin tu amor, sin tus caricias.

Como puñales, los sentí como puñales desgarrarme todo el pecho,
y borrar de mi memoria, cada minuto y recuerdo,
y susurrarme al oído palabras, pero de acero,
las mismas que te escuchaba cuando perdida en tu lecho,
me mecía cadenciosa con el vaivén de tu cuerpo.

Como tormentas, los sentí como tormentas cubriendo mi bello cielo,
convirtiendo mi Universo en un lugar, frío y yermo,
donde ya no había soles saliendo del horizonte,
ni un sencillo arco iris, pintándolo de colores,
ni estrellas que, relucientes, evocaran nuestras noches.

Como veneno, los sentí como veneno deslizarse en mi garganta,
quemándome hasta los huesos, devorándome hasta el alma,
exprimiendo el corazón de su jugo color grana,
para borrar mis recuerdos de ternura, de pasión, y de esposa enamorada.

©María Serralba

martes, 25 de septiembre de 2012

On 17:52:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios
Como entra el Otoño, sigamos pues con poesías inspiradas en esta estación, aunque sea en forma de receta de una tarta, "la nogalesa".

**********


 
Entre todos los presentes que me dejara mi madre,
después de la vida misma,
estaba un coleccionable de recetas de comidas,
que pulcramente guardaba entre tarros de cocina.

En sus hojas del color de la amarilla vainilla,
se encontraba esta receta,
que a todos les deleitaba cuando dejaban atrás,
las veraniegas comidas y entraban en el otoño,
y sus guisos, y estofados, y platos de cucharilla.

Si quieren pues sus mercedes, el saber de qué se trata,
tomen lápiz y papel,
que dictaré pauta a pauta esta sencilla receta,
que se hace sin saber, con bastante sencillez, y una ligera presteza.

Tomando de referencia la medida de doscientos,
preparemos todo antes para poderlo agregar, sin demora, al compuesto.
en un bol considerable, verter según voy diciendo,
una a una las mesuras, o bien, quien quiera,
hacerlo sin orden y sin concierto.

¿INGREDIENTES? allá van, anotadlos con esmero:
La harina, bien tamizada,
La azúcar, bien removiendo,
Mantequilla, de la suave y que no tenga salero,
Las nueces, hasta 200, extraerlas de su encierro,
reservando las más lindas para el adorno final,
y moliendo las más chicas para también re-mezclar.
1 sola cucharilla de polvo de levadura
será más que suficiente para subir el compuesto.

¿Y qué hacer con los dos huevos?, muchas se preguntarán.
 Pues sencilla es la respuesta,
separemos antes clara de las dos nutridas yemas,
y batámoslas al punto de la nieve de la sierra.

Las yemas, también al bol, para unirse a esta fiesta.
envolviendo con cariño la clara suave y espesa,
desde abajo hacia arriba, como las olas serenas que arriban hasta la orilla,
y de paso evitar que se convierta en tortilla.

Rebañar un recipiente con un tris de mantequilla,
untando bien sus paredes,
y el fondo, que, aunque no brilla,
puede ser todo un desastre si la masa te la pilla.

 Verter en él el compuesto y adornarlo por encima,
con las porciones de nueces, las más hermosas y lindas,
y de remate final, cubrirlo bien por encima con coñac recién quemado,
una pizquilla de azúcar y unas gotitas de agüilla,
sobre todo en las esquinas, que quede bien rebañado, así, parecerá que brilla.

Después, meterlo en el horno, a 190 grados,
en cuestión de media hora, lo tendremos terminado.
mientras, poner un mantel, de hilo fino y bordado,
con puntos de filtiré, de vainica o macramé,
y un bello juego de té, o café, según el caso.

Desmoldar al enfriarse y posar sobre una blonda,
regia, fina y elegante que le sirva de soporte,
y ahora queda esperar y disfrutar el momento entorno a una tertulia,
donde seguro dirán: ¡Cómo está la nogalesa!, ¿me la puedes explicar?
y a todos sorprenderás todavía aún más,
cuando enseñes la receta escrita como un poema.
©María Serralba

lunes, 24 de septiembre de 2012

On 17:54:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios

LA HOJA DE OTOÑO


Una nueva estación está haciendo su entrada y con ella, el paisaje se transforma en tonalidades ocres, amarillas y anaranzajas, igual de bellas que las del Verano, pero con esencia romántica y enfermiza. La poesía que os ofrezco a continuación, habla un poco de ello, pero desde la perspectiva de esta hoja caída de Otoño, espero que os guste.  


 
LA HOJA DE OTOÑO

Hoy sentí el otoño cerca al ver caer a las otras sobre la acera desierta,
y ser barridas a un cesto, sin cariño y sin esmero,
como cualquier hoja seca.

Aferrándome a mi rama, con las uñas y los dientes,
procuré bien sostenerme como en mi más tierna infancia,
y volver a germinar como un pequeño esqueje abultado y sin formar.

Desde allí, aun recuerdo, oler a la Primavera,
rodeada de otras muchas poblando la rama seca,
y verme al fin, convertida en preciosa enredadera y disfrutar del Verano,
 con una larga melena de color verde profundo,
que lucía esplendorosa para aquel que la quisiera.

Un repentino frio, se está metiendo en la tierra,
al lugar donde yo vivo y al tronco que me alimenta.
“El otoño esta tardío” –le oí decir a la vieja,
paseando con su nieto mirando mi enredadera,
y me ofreció sus caricias con sus manos sin certeza,
a las cuales respondí, enredándome yo en ellas.

Hoy sentí cerca el otoño cuando me vi descender,
ofreciendo piruetas al viento del amanecer,
y al toparme contra el suelo, con pavor le pude ver,
el hombre al cual yo admiraba por su monótono hacer,
hoy recogía del suelo, hojas muertas de mi árbol,
el Otoño ha llegado y yo, perezco con él.

©María Serralba

domingo, 23 de septiembre de 2012

On 17:55:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios




En el jardín de mi abuela,
inundado de geranios, de rosas y enredaderas,
y cipreses cimbreando al vientos que les meciera,
se ha infiltrado un clavel, nadie sabe el porqué.

De la noche a la mañana el clavel fue germinando,
con las gotas de rocío que le sobraban al alba,
y las veinte regaderas con que mi abuela regaba su jardín de flores bellas,
todas ella muy lozanas y tratadas con primor, como el clavel reventón.


Poco a poco nuestro amigo, entre ellas floreció,
abriendo sus bellos pétalos a la salida del sol,
para que todos los rayos le avivaran el color,
y cimbreaba su tallo al son de bellas canciones,
que mi abuela iba cantando mientras, con sus dedos torpes,
de hojarascas y hierbajos limpiaba sus nuevos brotes.

Los geranios, cuando vieron que él agradaba a mi abuela,
con odio le maldijeron, y absorbidos por los celos, quisieron,
a espaldas de ella, invocar al frio viento y al granizo traicionero,
que cayese sobre él cuando llegase el invierno.


¡Ay!, necios estos geranios, que creyéndose a salvo de la ventisca glacial,
no pensaron que el clavel, se encontraba colocado en el centro del plantel,
donde ellos convivían, felices, hasta que él,
les eclipsó la belleza con su dulce y bello ser.

Llegaron pues los granizos y el cielo tiño de nubes tan negras como el carbón,
y los geranios cobardes se agruparon entre ellos, dejando solo al clavel,
que recibiera en su tallo el azote de los vientos y pereciera así pues.



Cuando todo se calmó, mi abuela salió al jardín,
comprobando, apenada, que sus geranios y rosas estaban bien anegados,
tan solo la enredadera, se había salvado airosa de la cruda tempestad,
y enganchado a sus ramas, pudo verse al clavel,
que de forma milagrosa sostenía su corola a salvo del cenagal.

Con el tiempo, las tormentas dieron paso a los calores,
del plantel, nada quedó,
aunque mi abuela me dijo que aquel clavel reventón, no paró de florecer,
rodeándose de brotes que cubrieron el terreno donde antaño,
los geranios se agrupaban por colores y se reían de él.



Moraleja:

“Nunca subestimes al ser más débil,
en los momentos difíciles
puede resultar ser el más fuerte”

©María Serralba
«La fuerza inagotable que anida en mi interior, es la fuente de la que se nutre mi perseverancia por ver hecho realidad mi único deseo». Leimotiv de ©María Serralba

«Todo en la vida se puede llegar a lograr, tan solo es cuestión de TIEMPO, de DESEO, de ESFUERZO y siempre dotándolo con una generosa dosis de mucho AMOR». Da tiempo al Amor ©María Serralba

«Cuando la mente y el cuerpo están en perfecta sintonía, el ser humano es capaz de todo, y cuando esto no es así entonces... se puede esperar cualquier cosa de él». A la sombra de tu piel ©María Serralba

«En un mundo donde todo es sentimiento el sexo que tenga este carecerá de importancia». El Dios del faro ©María Serralba

«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba

«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro a mitad del camino». ©Sigmud Freud

«Sin los escritores, aun los actos más laudables son de un día». ©José Augusto Trinidad Martínez (Azorín)

«Un autor de historias fingidas escribe el libro que quiere leer y que no encuentra en ninguna parte». ©Augusto Roa Bastos

«Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica y es, la voluntad». ©Albert Einstein

«Las personas solo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo». ©Mario Alonso Puig