DA TIEMPO AL AMOR "Novedad"

DA TIEMPO AL AMOR  "Novedad"
TAMBIÉN DISPONIBLE EN AMAZÓN

martes, 18 de junio de 2013

On 20:29:00 by María Serralba   Sin comentarios
Hoy he vuelto a ver a mi amigo después de quinientos años, y me ha dejado posarme en la palma de su mano para observar juntos el reparto del cartero, las disputas de los ancianos y escuchar el bello canto de los pájaros.
El Blog de María Serralba - El "abuelito" de Jorge Juan

“Aunque me veas anciano -me ha susurrado-, todavía creo que eres, ese copo de nieve de primavera que cubre con su bello manto mis sueños”

Sus bonitas palabras me han hecho añorar otros tiempos, cuando de niño, jugaba en su jardín del “Fondonet” mostrando una traviesa sonrisa, mientras corría tras de mí hasta que conseguía agarrarme suavemente con sus dedos regordetes para que no escapase con el viento, prolongándome así el instante en el que de un cálido soplo de sus labios, me hacía volar sobre los tejados de las casas en busca de los sueños de otros niños.

Él me hizo creer que yo era lo más importante de su vida cada vez que cerraba sus inquietos ojos y formulaba un deseo.

Hoy, todavía lo sigo creyendo.

Micro relato presentado a concurso
El Blog de María Serralba - El "abuelito" de Jorge Juan

On 19:47:00 by María Serralba in , ,    Sin comentarios
“LAS CENIZAS DEL OLVIDO” de María Serralba

Este poema forma parte del glosario editado con el título: Antología de poemas a Miguel Hernández


Creí estar soñando y, sin embargo,
la sentí avanzar con paso erguido sorteando los árboles callados,
mil cipreses, que unidos sin atino, proyectaban su sombra en el camino.

La mujer cargaba en su costado el fruto de la última reyerta,
un niño con ojos entornados que pedía a todas horas,
que le dieran el néctar que su madre protegía con su vida en su pechera.

De la otra, la cogía una pequeña que aferrada al pliegue de su falda,
insistía en cruzar a la otra acera y observar más de cerca,
la morada de un hombre que vivió de sus poemas.

Enlutada de los pies a la cabeza la mujer se acercó hasta mi nicho,
soltando de la mano a la pequeña,
sentó sobre el suelo al triste niño y dejando de lado su entereza,
de rodillas cayó cual tierno lirio a los pies de mi lápida mugrienta.

Sólo entonces pude oí su dulce llanto desgarrar el abismo de mis huesos,
y  mi fosa medio abierta, fue observando,
la triste realidad de aquellos niños que padre no tuvieron, sin embargo,
lloraban a este ser desconocido que a su madre,

le hizo estallar en un quebranto y anhelar un amor correspondido.

©María Serralba
18/06/2013

On 18:58:00 by María Serralba in , ,    Sin comentarios
“ENTRE TRINCHERAS” (Carta de Miguel a Josefina) de María Serralba
Este poema forma parte del glosario editado con el título: Antología de poemas a Miguel Hernández

El Blog de María Serralba - Entre trincheras


Hoy desperté sudoroso, Josefina, como siempre,
tiritando y cegado por el llanto que emana de mis ojos polvorientos.
desolado, al mirar un paisaje de esperanza que existía y que ahora yermo,
se ahoga entre charcos de sangre, que no es el agua que le nutra su sustento.

Y he llorado, Josefina, como un niño asustado esperando en mi trinchera,
agazapado cual cobarde a que el silencio que interrumpe la batalla 
permitiera abrir la carta que te escrito.

Y he besado, Josefina, con pasión, ese pliego de papel enmohecido,
a fin de impregnarlo de mi anhelo y mi esperanza,
de las noches solitarias que entre balas
confundí tu belleza con el rostro de la muerte y tus ojos,
con el breve atisbo de vida que quedaba en mis entrañas.

Y he huido, Josefina, con temor
del silbido del viento que me corta cual guadaña,
que aparece ante mí cuando menos me lo espero,
y que anuncia sin recelo,
que seré yo el próximo si yerro,
pero hoy salvé la vida por los pelos, y en mi lugar,
sin respeto y con saña, se cernió sobre el pecho de un amigo, medio muerto.

Y desperté sudoroso, Josefina, como siempre,
rebuscando en mi jergón tu bello cuerpo.

Y palpando con mis manos esta tierra ennegrecida, me hice sangre,
y traté de arrancar las raíces de su suelo con esmero,
pero nada, ni con eso, Josefina, tu no estabas,
y yo, sudoroso y maltrecho, esperé hasta que se hizo el alba,
pero nada, ni con eso, Josefina, tu no estabas, y yo, muero.

©María Serralba
18/06/2013

El Blog de María Serralba - Entre trincheras

lunes, 17 de junio de 2013

On 18:59:00 by MARÍA SERRALBA in ,    Sin comentarios
Siguiendo en la tónica de ofreceros un fotograma de mi día a día, hoy os voy a contar la historia de TROSKI.
TROSKI es un perrito lanudo de tres años, de raza Yorkshire y mezcla de alguna más que debe saber su madre, pero nadie más. Su pelaje -blanquecino y algodonado-, le da un aspecto de un corderito más que de un perro y si eso fuera poco, lo refuerza su carita de muñeco, pero hasta ahí llegamos con lo de, "qué monada de perrito", ya que TROSKI, con una estatura que no levanta más que un palmo del suelo y dos de largo, hasta hace dos semanas era un verdadero tigre de Bengala -dicho por su amo-, un animalito anti-social, con muy malas pulgas y un marcador de territorio nato -ya me entendéis-, así que su dueño nunca quería sacarlo de paseo por el jaleo que armaba.
En el caso de Vinni -mi perro-, a pesar de su tamaño -un palmo del suelo y otros dos de largo- siempre va en contra de lo racional, es decir, que menos con perritos de su estatura, suele relacionarse con perros muuuuucho mayores que él, digamos que su ranking abarca desde pastores alemanes, huskies, hasta San Bernardos; como veis, es un intrépido de narices, pero lo cierto es que se lleva genial con ellos, a pesar de que cada vez que le veo jugar con esos gigantes, y tumbarse en el suelo cuando alguno le empuja con su pezuña, se me haga un nudo en la garganta y otro en el estómago y no hago más que pensar que, en cuestión de segundos, tendré que salir de allí con un picadillo de perro atado a una correa. Pero menos mal que de ahí no pasan a mayores, pues bien, centrándonos en TROSKI, como ya os he dicho, hasta hace una semana el jugar con Vinni hubiese sido materialmente imposible porque literalmente, se lo hubiese comido, y eso que son del mismo tamaño.
El que tiene mascotas sabe de lo que le hablo. Para uno, la suya siempre es bueniiiisima, y en el caso de dueños de perros, lo habitual cuando ves otro en tu camino, es tantear primero al "amigo" y luego, intentar un precavido acercamiento para ver la reacción de este, mientras los dueños formulan algunas preguntas, saludos, etc.. Os aconsejo NO fiarse nunca del típico comentario: ¡Tranquila, que no hace nada!, porque yo viví esa experiencia en primera persona, y en cuestión de segundos, Vinni y yo, nos vimos "arropados" por un Dogo, quien nos regaló un generoso saludo plantándose ante nosotros cual alto era, para terminar dándome un lametón en mi cara que de poco, me borra el maquillaje de todo un mes, y hasta que descubrí que el ¡tranquila, que no hace nada! era de verdad, ni os cuento como temblaba mi cuerpo, aunque está claro que siempre hay excepciones.
El temido encuentro con TROSKI no ha sido igual, más bien éste, ha pasado olímpicamente de nosotros. Su dueño, apenado, me ha narrado su historia. Al parecer lo rescató de un contenedor de basura junto a sus 4 hermanas. Él era el más pequeñito de todos, de hecho, cuando los recogió, gestionó que alguien los adoptara y las primeras en encontrar dueño fueron las hembras, mientras que a TROSKI, nadie lo quería por su aspecto enclenque, y el hombre, ya tenían una perra adulta y no querían más perros en casa.
"Me dio tanta pena que nadie lo quisiera...", me ha dicho el hombre, pero al fin encontré a una persona, aunque el mismo día que se lo iba a entregar noté algo aquí dentro -me ha señalado en la parte del corazón-, así que le dije a la chica que no, que yo me lo quedaría y ya lo ve, que bonito es, ¿verdad?, y si lo ve con mi perra, eso era digno de ver lo bien que se llevaban, parecían madre e hijo de verdad, pero ahora no sé que le pasa. Dicen que los animales son solo eso, animales, y que no sienten como las personas, pero TROSKI, desde que perdió a su madre adoptiva, no es el mismo, ha cambiado tanto que incluso echamos de menos sus ladridos insoportables y sus arrebatos de nervios durante los cuales, solía romper la bolsa de basura de la cocina, ahora, mírelo usted misma, parece como si no fuese él, incluso se ha hecho sociable y aguanta todas las cosas que le hacen los demás perros sin rechistar y, eso, me preocupa; ¿será porque echa de menos a su madre?
-Yo creo que las personas y los animales no somos tan diferentes en realidad -le he dicho-. Cuando perdemos a un ser querido, parece que algo dentro de nosotros también cambia, quizás sea, que no sepamos con qué llenar ese gran vacío.

lunes, 10 de junio de 2013

On 21:47:00 by MARÍA SERRALBA in ,    1 comentario
Desde que me he hecho urbanita y utilizo los transportes públicos para desplazarme a todos los lugares de mi ciudad, soy más consciente de cómo actúa el ser humado ante algunas situaciones, os voy a poner un ejemplo.

Me encontraba en la parada del bús, cuando un hombre se me acercó. A mil leguas se notaba que iba bebido, sin embargo, hacía todo lo posible para que nadie se diera cuenta de ello, cosa que resultaba francamente imposible ya que, los vaivenes de sus gestos, y el olor de alcohol y no se qué cosa más, le delataban.
- ¿Ha pasado ya el autobús? -me preguntó, haciendo referencia a un número de línea que le conduciría hacia el centro de la ciudad.
-Sí, ahora mismo acaba de pasar -le dije, un poco para ser cortés y en parte, para saber hasta que punto era consciente de qué línea era la que tenía que cojer.
-Vaya, que mala suerte tengo hoy -se confesó, pegándose repetidos golpes en la cabeza con ambas manos.
-Tranquilícese, hombre, que yo tambien lo he perdido,pero ahora mismo viene otro de camino, ya lo verá.
-Pues entonces me da tiempo a encenderme un cigarrito -me dijo, haciendo el amago de abrir una pitillera que llevaba y que, para colmo, estaba completamente vacía-. ¡Ups!, vaya, se me han terminado, pero no importa, en el otro bolsillo llevo más -me dijo con cara pícara.

A pesar de su estado de embriaguez, el hombre resultaba de lo más simpático. Expresiones como esa, y el intentar a toda costa que su borrachera pasase desapercibida, lo hacía hasta aceptable, ante una sociedad que a la menor de cambio te está dando la espalda, así que siguió allí, tambaleante, mientras esperaba su autobús que curiosmente, también era el mío.

Nada más subir al vehículo, uno de esos denominados "lanzadera" que acoplan dos autobuses en uno, de repente fui testigo de un fenómeno inusual, el llamado "honda expansiva", me estoy refiriendo a que en aquel habitáculo plagado hasta el techo de pasajeros, repentinamente se formó un espacio vacio alrededor de dicho individuo, dejándolo aislado del resto, incluso de las barras de seguridad donde podía sostener su desequilibrado cuerpo.

-No estoy mal, se lo aseguro, señorita, bueno, mitad y mitad, sí... ¡ja, ja, ja! -me dijo, mofándose de él mismo y disimulando, ya que a pesar de su estado, también había sido consciente del vacio tan grande que toda aquella gente le había hecho-.Señorita, anoche es que estuve con mis amigotes y además de beber unas cuantas copas, también me he fumado un "porrito", pero cuando baje, le aseguro que ya se me habrá pasado todo -me comunicó.

Imaginaos como iba el "artista de la cuerda floja" después de dicha confesión. El va y ven de su cuerpo iba haciendo peonza entre las distintas butacas que para más inri estaban ocupadas por gente, por supuesto que a la mínima, le cedían gustosamente su asiento para que él lo ocupase, pero el hombrecillo se negaba en rotundo a ello ya que, según él, NO ESTABA TAN MAL.

Durante el trayecto, en el cual me tocó de compañero, me informó que, una vez llegado al centro de la ciudad, tendría que hacer trasbordo a otro vehículo por que iba a un centro de salud a recoger unas pruebas, concretamente un tac que le habían hecho semanas antes. Cuando oí eso, lo primero que pensé es que, con aquella "melopea", lo más seguro es que no llegase ni a la vuelta de la esquina, pues de eso nada, menos mal que minutos antes me había dicho donde debía bajar, y qué autobús debía volver a cojer, porque al poco tiempo le oí decirme...
-Perdone, señorita, que me ponga aquí, cerca de usted, pero que sepa que no la estoy siguiendo, es que usted sabe a donde voy y yo, ya no me acuerdo.

Y ahora digo yo: y ¿si no llego a escucharle?, y ¿si le hubiese dado la espalda como todos?, a estas horas, ¿dónde estaría el tal Luis?; seguro que todavía estaría dando vueltas por Alicante. ¡Dios!, esto no me podía estar pasando a mí -me dije-, así que ya os podéis imaginar mi apuro, ¿cómo iba a dejarlo allí, sin más, cuando lo único que hacía el resto de personas era mofarse de él cuando los tirones del bus le hacían girar alrededor de una de las barras como si se tratase de una estreeper?, así que acepté mi destino y le acompañé hasta la siguiente parada y de ahí, hasta que le vi tomar el otro autobús, pero antes de subir a él, se despidió de mi muy amablemente, me estrechó la mano, me dijo su nombre, y me deseó un buen día.

A pesar de todo, aquel hombre sí demostró ser una persona y no, todos los demás, que lo único que hicieron fue reirse del desvalido y ahuecar el ala para no complicarse la vida más de lo necesario, pero... ¿y si les hubiese pasado a ellos? Está claro que hay personas y personas, pero Luis en concreto era de los que se le veía a todas luces que se había excedido un poco, pero nada más, de ahí, a catalogarlo y tratarlo como un alcohólico empedernido, me pareció excesivo. En fin, c´est la vie.

«La fuerza inagotable que anida en mi interior, es la fuente de la que se nutre mi perseverancia por ver hecho realidad mi único deseo». Leimotiv de ©María Serralba

«Todo en la vida se puede llegar a lograr, tan solo es cuestión de TIEMPO, de DESEO, de ESFUERZO y siempre dotándolo con una generosa dosis de mucho AMOR». Da tiempo al Amor ©María Serralba

«Cuando la mente y el cuerpo están en perfecta sintonía, el ser humano es capaz de todo, y cuando esto no es así entonces... se puede esperar cualquier cosa de él». A la sombra de tu piel ©María Serralba

«En un mundo donde todo es sentimiento el sexo que tenga este carecerá de importancia». El Dios del faro ©María Serralba

«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba

«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro a mitad del camino». ©Sigmud Freud

«Sin los escritores, aun los actos más laudables son de un día». ©José Augusto Trinidad Martínez (Azorín)

«Un autor de historias fingidas escribe el libro que quiere leer y que no encuentra en ninguna parte». ©Augusto Roa Bastos

«Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica y es, la voluntad». ©Albert Einstein

«Las personas solo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo». ©Mario Alonso Puig